sábado, 1 de marzo de 2008

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La semana pasada, mientrás estabamos en Toks con Tamy, tomando una sopita e intentando armar un trabajo para la escuela, en las dos horas que estuvimos sentadas le sonó por lo menos el teléfono 6 veces y recibió como 20 sms, solo 1 de ellos laboral...y yo pensaba, en mi vida en Buenos Aires, una tarde conmigo podía ser igual, sumado a los mensajes que recibía en el contestador de casa cuando llegaba y estoy segura que a mis amigos de Baires así les sucede... En general no me afecta, y no me pongo a pensar en esto. No tengo mucho tiempo para largas charlas telefónicas, y cuando lo encuentro, lo uso para mis charlas kilométricas con mis amigos del lado de allá... Pero este finde tenía ganas de hacer algo, correrme un poco del mundillo familiar, ir al cine, a cenar o ver una peli tirada en un sillón de otra casa...y nada, che.