viernes, 24 de febrero de 2012

el placer de ser educadora

esta semana tuve un seminario para educadores que se dio en la escuela que trabajo y vinieron maestros de muchas escuelas. desde que empezó hasta que terminó, estuve con la lágrima a punto de salir, hasta que me tuve que despedir de las panelistas y no pude dejar de llorar. el seminario fue de los mejores que he tomado en educación. en principio empezaron con una habdala. habdadla es el rezo que se realiza al terminar el sábado, y que indica que empieza una semana nueva, habdala viene del verbo lehabdil, diferenciar. para mi, este seminario fue parar un poco de la tarea diaria, cuestionarme muchas cosas de mi como persona y como educadora, aprender, nutrirme, aprehender, barajar y dar de nuevo y reconocer que para mi estar en educación es parte de mi alma, que me encanta y que no podría hacer otra cosa.

tren

la impotencia, la preocupación, la indignación, el pensar que no es un hecho más si no, uno entre muchos, el no estar preparados, cuando hace 7 años a 2 cuadras hubo otra tragedia, y 20 años antes a 12 cuadras y que no se sepa reaccionar, que el país no este preparado, es lamentable. yo no soy "trabajadora", ni viví en el "conurbano", pero viví desde los 6 a los 24 a 3 cuadras de plaza once y de los 24 a los 30 a 8 cuadras. la estación y la plaza once, son mi barrio. graciosamente mis amigas me dicen ileven parafraseando mi nombre porque soy de once. tome trenes toda mi vida, no para ir a laburar precisamente, porque soy de capital, pero si para ir a estudiar, para visitar amigos, para ver a algún novio, para viajar a mardel (creo que solo una o dos veces tome micro, las demás todas en tren). tengo de las mejores anécdotas en los trenes, de viajar parada, sin boleto, acostada, en un baño, de caminar por las vías, de estar asomada por la ventanilla respirando campo. el tren siempre fue para mi el salir de la ciudad. triste muy triste.