jueves, 13 de septiembre de 2007

A gut ior!

Esto lo escribì hace unos años...se los comperto... Rosh ha shana es el comienzo de un año nuevo, y es una buena oportunidad de hacer a esta altura del año, un balance...quería compartir con ustedes algunos pensamientos...ya que esta época nos llama para revisar el tiempo vivido y por que en ese pase de revista tenemos la oportunidad de volver a pasar y cambiar y volver a elegir y responsabilizarnos de nuestras elecciones...en este comienzo de año volveremos a escuchar la vibración del shofar, ese sonido que nos invita a despertar, a hacer Tshuva (reflexionar), a responder por nuestras elecciones, a modificarnos... “ En los ciclos de la naturaleza el cambio es natural y programado. Para las hojas, los pájaros y los animales el cambio es instintivo Para nosotros, el cambio exige un esfuerzo, un acto de voluntad. Significa romper con los viejos hábitos del pasado. Significa admitir que nos hemos equivocado; y esto nunca es fácil. La Tshuva es un difícil camino, es una transformación interior que nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos, con los otros y con Dios” Es mi deseo que todos, en este año que comienza podamos encontrar paz, pero la paz no como algo macro, como algo vacío de sentido, busquemos eso que nos hace mirar para dentro y movilizarnos, encontremos nuestro caos, nuestro “ Tou Babou”, para encontrar nuestra chispa divina. SHANA TOVA!!!

desastre de madre

cuando tenìa como 10 años, ya las maestras habìan visto mi veta artìstica y me dieron el protagònico en el acto de San Martín. Yo era el sol. El sol tenìa un texto de dos hojas....Iba contando todo lo que hizo San Martìn, cuando cruzó Los Andes. Creo que San Martìn era Martìn Lukacher...Los otros 30, eran montañas...que acotaban "si" , "no" "claro"...Mi mamà el dìa del acto llegó tarde, o sea, que no traìa mi disfraz de sol...la maestra tuvo que improvisar con lo que traìa...yo salì a escena sin medias amarillas de sol, y me acuerdo hasta hoy de los nervios que tenìa...y cuando empiezo a hablar, veo aparecer a mi mamà con el disfrazar en la mano...y obviamente me pusè en blanco, y no me saliò nunguna palabra màs y me fuí llorando...me prometì que nunca nunca nunca, cuando sea madre mis hijas iban a pasar por algo asi... Ayer llamò Sarita, la maestra de las nenas, para regañarnos porque toda la escuela tenìa que ir vestida de blanco...mis hijas, dignas hijas de su madre, desentonaron, fueron de cualquier color menos blanco...uno no nace de un repollo...