lunes, 19 de noviembre de 2007

finde a full

a pesar de haber estado enferma y que se me parte la garganta: el jueves fuimos a soda, el sábado cumple de Meme y fuimos a comer afuera, y a la noche el cumple de juli y ayer, domingo, casamiento de dina y javier...volvi destruida, por suerte hoy es feriado, y milagrosamente las nenas tuvieron kinder, asi que a descansar en casita. El cumple de juli estuvo divain! Nos juntamos en lo de marian con juli para disfrazarnos (la consigna era disfraces de pelis): yo de Elle Driver en Kill Bill. Ary llego más tarde de Neo en Matrix, mucha gente, muy diver, mucho bailoteo, yo creo que desde el cumple de Santi en abril, y que llegamos a las 4 de la mañana que no iba a una fiesta de amigos, y estuvo muy lindo y por fin conocí a Lau, jaja. Ahora me voy a meter a la camuchi que el día esta de terror.

Facebook

Hace como un mes, me empezaron a llover las invitaciones de amigos al Facebook, yo me di de alta puse una foto...pero alguien me puede decir para que chingados sirve esta maravilla que además esta en inglés y no entiendo un corno. se agradece!

seamos felicies mientrás estamos aqui..

cada vez dudo más de volver...esto va en respuesta al gronchis, del libro de Carlos Unalovsky, exilado por otras razones, en México. Con todo mi amor a Vane, que nos deleitabamos con Ulanovsky en las mañanas. "En demasiadas ocasiones, viviendo afuera, me sorprendí a mi mismo ejercitando un juego intelectual inútil y destructivo: el de las diferencias entre la ciudad de México y la ciuda de Buenos Aires. Por suerte, a medida que fue pasando el tiempo, y apesar de que nunca abandoné sinceramente la necesidad de comparar, todo mi cuerpo, mi mente y mi metabolismo fueron aceptando que ya no vivía en Buenos Aires (...)Yo era uno más de aquellos que imaginaron siempre a su país como a una entidad todopoderosa, mezcla por partes iguales de "gran papá" y de " gran mamá", insustituibles, invencibles, que hasta el fin de mis días se ocuparían de saciar mis cambiantes necesidades. La realidad me acababa de demostrar que estaba equivocado y que los países, ni siquiera el mío, no estaban a mi disposición. (...)Por eso la hiriente y poco práctica pregunta ¿qué hago yo aqui? fue perdiendo sentido y fue reemplazada por otra, tanto más dolorosa como realista ¿qué sería de mi allá?. Todos estabamos en medio de un desprendimiento dificil: nos resistiamos a pertener a México, a decidirnos por el nuevo lugar, pero también aceptábamos que era conveniente distanciarnos de nuestra ciudad natal. En esa dialéctica vital, que cambiaba día a día, muchos empezamos a preguntarnos ¿qué es la ciudad de uno?(...) Todos entendimos que en la ciudad de uno, nadie requeriria de tantas aclaraciones".