jueves, 1 de octubre de 2009

cuando era joven...

mucho más joven...me gustaba sentarme y hacerme la misteriosa, hacer creer a todos que yo era un tanto oscura, o que estaba en otro nivel (cosa que jamás sucedió, creo que me veían siempre como la boluda)...de todas formas, creo que la mayor parte del tiempo era una pose porque me sentía sapo de otro pozo, bah de todos los pozos... por suerte puán, muy a pesar de muchos, me rescató de la burbuja judaíca y pude armar un grupo donde ser feliz estaba a la orden del día, y con gente de mi misma especie...soy quejosa de las: me duele acá y acá, de pelearme con el taxista y el del valet, de malhumorarme por que algo me sale mal o por qué ary no me llamo y me miro como yo quería, o por qué no me llamaron mis amigos, soy demandante de atención, muy demandante (a quién habrán salido estas güeras?)...pero el 95% del día y de los días soy muy muy feliz, contruyo la felicidad y trato de transmitir ese estado...obvio, y los que me conocen en vivo y en directo lo saben, que soy cero paz y amor y ohm y autocontrol, para nada...pero me propongo ser transparente, aunque sea muy muy frontal; no hacer planteos, ni andar con rodeos, y agradezco cada cosa que tengo que no es poco, de hecho es mucho y en demasía...y por esto, me cuesta entender la gente que se queja de llena...o los que no hacen nada por cambiar lo que les perturba...

3 comentarios:

JB dijo...

para mí sos una buena onda total...un poco se te escapa el revire pero muy de vez en cuando!!!!!!! son una linda familia feliz.
besos

Anónimo dijo...

Coincido 100% con lo que escribis, sin caretearla se puede construir felcidad día a día.
majoono

Anónimo dijo...

Más jóven, mamita...
Besos.

Paula